descubría sus más recónditos secretos, ocultos bajo sus espesas pestañas . . .
la luz de la luna iluminaba sus dulces y también interrogantes ojos. Los reflejos rojos de su negro cabello unidos a su aspecto lacio, le dotaban de una peculiar y deslumbrante belleza. De sus labios le salían palabras no mencionadas y la incertidumbre se apoderaba de él. Pese a mi nerviosismo existente, me resolví. . .
-No creo que sea algo pasajero; esto es algo más.
En los ojos de él pareció vislumbrar un atisbo de felicidad repentino que, tarde o temprano, terminaría por quedarse. . . para siempre